Los cálculos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para este cáncer en los Estados Unidos son:
- Se diagnosticarán alrededor de 3,010 nuevos casos.
- Se prevén alrededor de 1,440 muertes a causa de estos casos de cáncer.
Los casos de cáncer de hueso primario representan menos del 0.2% de todos los casos de cáncer.
En los adultos, más del 40% de los cánceres de hueso primarios son condrosarcomas.
Está seguido del osteosarcoma (28%), el cordoma (10%), el tumor de Ewing (8%) y el histiocitoma fibroso maligno/fibrosarcoma (4%). Los casos restantes son varios tipos de tumores de hueso poco comunes.
En niños y adolescentes (menores de 20 años), el osteosarcoma (56%) y los tumores de Ewing (34%) son mucho más comunes que el condrosarcoma (6%).
Con más frecuencia, los condrosarcomas se desarrollan en adultos, con una edad promedio de 51 años al momento del diagnóstico. Menos del 5% de los casos ocurren en pacientes menores de 20 años.
Los cordomas también son más comunes en los adultos. Menos del 5% de los casos ocurren en pacientes menores de 20 años.
Tanto los osteosarcomas como los tumores Ewing ocurren con más frecuencia en niños y adolescentes.
La causa
Se desconoce la causa exacta de la mayoría de los tipos de cáncer de hueso. No obstante, los científicos han descubierto que el cáncer de hueso está asociado con diversas afecciones, que se describen en la sección sobre factores de riesgo. De todas formas, la mayoría de las personas con cáncer de hueso no tienen ningún factor de riesgo conocido. Se están llevando a cabo investigaciones para obtener más información acerca de las causas de estos tipos de cáncer.
Los científicos han avanzado mucho en el conocimiento de cómo ciertos cambios en el ADN de una persona pueden hacer que las células normales se tornen cancerosas. El ADN transporta las instrucciones para casi todo lo que hacen las células. Generalmente nos parecemos a nuestros padres porque de ellos provino nuestro ADN. No obstante, el ADN afecta más que nuestro aspecto externo. Puede tener influencia en nuestros riesgos de desarrollar determinadas enfermedades, incluidos algunos tipos de cáncer.
El ADN se divide en unidades denominadas genes. Los genes llevan las recetas para producir las proteínas, que son las moléculas que determinan todas las funciones celulares. Algunos genes contienen instrucciones para controlar el momento en el que nuestras células crecen y se dividen. Los genes que promueven la división celular son llamadosoncogenes. Otros que desaceleran la división celular o hacen que las células mueran en el momento indicado se denominan genes supresores de tumores. El cáncer puede ser causado por mutaciones (defectos) en el ADN que activan los oncogenes o desactivan los genes supresores de tumores. Algunas personas con cáncer tienen mutaciones en el ADN que heredaron de uno de sus padres. Estas mutaciones aumentan su riesgo de desarrollar la enfermedad.
Se conocen las mutaciones de ADN que causan algunas de las formas de cáncer heredados de los huesos. En muchos casos, pueden usarse pruebas genéticas para ver si una persona tiene una de estas mutaciones.
La mayoría de los tipos de cáncer de hueso no son causados por mutaciones hereditarias del ADN. Son el resultado de mutaciones adquiridas durante la vida de la persona. Estas mutaciones pueden deberse a la exposición a radiación o a sustancias químicas que causan cáncer, pero la mayoría de las veces se producen sin un motivo aparente. Estas mutaciones se presentan únicamente en las células cancerosas y, por lo tanto, no pueden transmitirse a los hijos del paciente.
Los científicos están logrando avances en la comprensión de este proceso, pero sigue habiendo algunos aspectos que no se comprenden por completo. A medida que aumenta su conocimiento, tienen la esperanza de poder desarrollar formas de prevenir y tratar mejor los distintos tipos de cáncer de hueso.
Factores de riesgo
Un factor de riesgo es cualquier factor que afecta sus probabilidades de tener una enfermedad, como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen distintos factores de riesgo. Por ejemplo, la exposición de la piel a la luz solar intensa es un factor de riesgo para el cáncer de piel. Fumar es un factor de riesgo del cáncer de pulmón, de boca, de laringe, de vejiga, de riñón y de otros tantos órganos. Pero tener uno o incluso varios factores de riesgo no significa que usted padecerá la enfermedad. La mayoría de las personas con cáncer de hueso no tienen ningún factor de riesgo aparente.
Trastornos genéticos: Una cantidad muy pequeña de los distintos tipos de cáncer de hueso (especialmente los osteosarcomas) parecen ser hereditarios y son causados por defectos (mutaciones) en determinados genes.
Osteosarcomas: Los niños con determinados síndromes hereditarios poco frecuentes tienen un mayor riesgo de desarrollar osteosarcoma.
- El síndrome de Li-Fraumeni hace que una persona sea mucho más propensa a desarrollar varios tipos de cáncer, por ejemplo, cáncer de seno, cáncer cerebral, osteosarcoma y otros tipos de sarcoma. La mayoría de estos casos son causados por una mutación del gen supresor de tumores p53, pero algunos son causados por mutaciones en el gen CHEK2.
- Otro síndrome que incluye el cáncer de hueso es el síndrome de Rothmund-Thomson. Los niños que desarrollan este síndrome son de baja estatura, tienen problemas esqueléticos y sarpullidos. También tienen más probabilidad de desarrollar osteosarcoma. Este síndrome es causado por cambios anormales en el genREQL4.
- El retinoblastoma es un cáncer de ojo poco frecuente, que se presenta en los niños y puede ser hereditario. La forma hereditaria de retinoblastoma es causada por una mutación (copia anormal) del gen RB1. Aquellas personas que tienen esta mutación también tienen un mayor riesgo de desarrollar sarcomas de hueso o de tejidos blandos. Además, si se usa radioterapia para tratar el retinoblastoma, el riesgo de desarrollar osteosarcoma en los huesos que rodean el ojo es incluso mayor.
Por último, hay familias en las que varios de sus integrantes desarrollaron osteosarcoma sin cambios hereditarios en ninguno de los genes conocidos. Aún no se han descubierto los defectos genéticos que pueden ocasionar este tipo de cáncer en estas familias.
Condrosarcomas: El síndrome de exostosis múltiples (a veces llamadas osteocondromas múltiples) es una afección hereditaria que causa la formación de muchos bultos en los huesos de una persona. Estos bultos están formados principalmente por cartílago. Pueden ser dolorosos y pueden hacer que los huesos se deformen y/o se fracturen. Este trastorno está causado por una mutación en cualquiera de los 3 genes EXT1, EXT2 o EXT3. Los pacientes que presentan esta afección tienen un mayor riesgo de desarrollar condrosarcoma.
Un encondroma es un tumor de cartílago benigno que crece en los huesos. Las personas que desarrollan muchos de estos tumores tienen una afección llamada encondromatosis múltiple. Tienen un mayor riesgo de desarrollar condrosarcomas.
Cordomas: Parece que los cordomas pueden presentarse con mayor frecuencia en algunas familias. Aún no se han descubierto los genes responsables, pero se ha asociado el cordoma familiar con cambios en el cromosoma 7.
Los pacientes con el síndrome hereditario esclerosis tuberosa, el cual puede ser causado por defectos (mutaciones) en cualquiera de los genes TSC1 y TSC2, parecen tener un mayor riesgo de cordoma durante la niñez.
Enfermedad de Paget: La enfermedad de Paget es una afección benigna (no cancerosa), pero precancerosa que afecta uno o más huesos. Provoca la formación de tejido óseo anormal y es una enfermedad que se presenta mayormente en personas de más de 50 años. Los huesos afectados son pesados, gruesos y quebradizos. Son más débiles que los huesos normales y tienen más probabilidades de fracturarse (romperse). La mayoría de las veces, la enfermedad de Paget no representa un riesgo para la vida. El cáncer de hueso (por lo general, el osteosarcoma) se desarrolla en alrededor del 1% de las personas que tienen enfermedad de Paget, habitualmente, cuando están afectados muchos huesos.
Radioterapia: La exposición de los huesos a la radiación ionizante también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hueso. Una radiografía habitual de un hueso no es peligrosa, pero la exposición a grandes dosis de radiación sí implica un riesgo. Por ejemplo, la radioterapia para tratar el cáncer puede causar el desarrollo de un nuevo cáncer en uno de los huesos del área de tratamiento. Recibir tratamiento a una edad más temprana y/o recibir tratamiento con dosis más altas de radiación (por lo general, más de 60 Gy) aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de hueso.
La exposición a sustancias radiactivas, como el radio y el estroncio, también puede causar cáncer de hueso, dado que estos minerales se acumulan en los huesos.
La radiación no ionizante, como las microondas, los campos electromagnéticos de las líneas de energía, los teléfonos celulares y los electrodomésticos, no aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de hueso.
Transplante de médula ósea: Se ha informado osteosarcoma en algunos pacientes que habían sido sometidos a un trasplante de médula ósea (células madre).
Lesiones: Muchas personas se preguntan si una lesión en un hueso puede provocar cáncer, pero esto jamás ha sido comprobado. Muchas personas con cáncer de hueso recuerdan haber sufrido una lesión en esa parte del hueso. La mayoría de los médicos consideran que esto no causó el cáncer, sino que el cáncer llevó a recordar el incidente o que la lesión atrajo su atención a ese hueso y les hizo advertir un problema que ya había estado presente durante cierto tiempo.
¿Cómo se trata el cáncer de hueso?
Existen tipos principales de tratamiento para el cáncer de hueso son: A menudo, se usa más de un tipo de tratamiento.
- Cirugía.
- Radioterapia.
- Quimioterapia.
- Terapia digerida.
- Terapia complementaria y alternativas.
Los tratamientos alternativos pueden ofrecerse como curas del cáncer. No todos se han demostrado todos que tengan bases en estudios clínicos ya que es muy importante estar seguros que son eficaces. Algunos de estos métodos pueden ser peligrosos o tienen efectos secundarios que representan un riesgo para la vida. Pero, en la mayoría de los casos, el mayor peligro es que usted pueda perder la oportunidad de recibir los beneficios de un tratamiento avalado científicamente por estudios de investigación clínica. Es importante que no existan ni demoras o interrupciones en su tratamiento médico, ya que deben de trabajar a la par con los tratamiento alternativos sino esto puede darle al cáncer más tiempo para avanzar y disminuir las probabilidades de que el tratamiento ayude.
Mientras analiza sus opciones, aquí mencionamos tres pasos importantes que puede seguir:
- Busque “señales de advertencia”. ¿Promete el método curar todos los tipos de cáncer o la mayoría de ellos? ¿Le indican que no debe recibir tratamiento médico habitual? ¿Es el tratamiento un “secreto” que requiere que usted visite determinados proveedores o viaje a otro país?
- Hable con su médico mostrando las bases científicas del tratamiento para que puedan trabajar a la par de los resultados clínicos de cada paciente.
- Busque orientación alimentaria junto con el tratamiento alternativo.
- ¿El tratamiento un “secreto” que requiere que usted visite determinados proveedores o viaje a otro país?
- La elección es suya, investigue.