América Latina se enfrentará a una epidemia de cáncer en los próximos años si los Gobiernos no mejoran el sistema de salud y tratan a los más desfavorecidos. Solo en México hay 52 millones de personas que viven por debajo de la línea de la pobreza, el 45,6 por ciento de la población. La razón principal de que esto pueda ocurrir en el continente, según los autores de un informe que se ha publicado en abril de este mismo año, en la revistaThe Lancet Oncology, es que demasiada gente es diagnosticada de cáncer tardíamente, cuando ya la enfermedad es más difícil de tratar.
En la región se contabilizan 13 muertes por cada 22 casos de cáncer, mientras que en Estados Unidos es el mismo número de defunciones por cada 37 casos y en Europa por cada 30.
“Para 2030, 1.7 millones de casos serán diagnosticados en Latinoamérica y Caribe y habrá más de un millón de muertes por esta enfermedad”, según el texto que ha sido presentado en la conferencia del Grupo de Cooperación en Oncología Latinoamericano (LACOG).
Los más perjudicados, como en todo, son los pobres. “Mucha gente, sobre todo en comunidades rurales e indígenas no tienen acceso a servicios de lucha contra el cáncer”, explican en el informe. La inversión en salud es muy baja en la región y altamente desigual. De hecho, más del 50% de los latinoamericanos no tienen sistema de salud o tienen uno que no les conviene.
El acceso a los tratamientos está muy desproporcionado. El 70% del dinero que se dirige al tratamiento de esta enfermedad lo recibe tan solo al 20% de sus habitantes. Cuando se trata de sanidad existen dos Américas Latinas: “Una de élite con acceso a los últimos tratamientos y otra , la gran mayoría, que solo recibe asistencia en la fase final de la enfermedad, cuando esta ya es terminal”, reza en el informe.
En la universidad de Harvard que lideró la investigación, considera que los países latinoamericanos han centrado su inversión en prevenir enfermedades infecciones mientras que el gasto en las no contagiosas, como el cáncer, se ha dejado de lado. “Afecta sobre todo a gente que envejece. Para 2020 habrá más de cien millones de personas allí con más de 60 años”, alertó sobre la necesidad de prevenir en el futuro.
“Las cosas tienen que mejorar en todos y cada uno de ellos o la vida de millones de personas se les irán de las manos”.