Cada día sabemos más sobre los aspectos más básicos del cáncer. Este mejor conocimiento nos permite seleccionar mejor los tratamientos y hacer que más pacientes se curen con la toxicidad posible.
Dentro del cáncer de mama hay algunos subtipos, fundamentalmente aquellos que son pequeños, no tienen afectación ganglionar y presentan receptores hormonales positivos y no sobreexpresan y beneficiarse de un estudio de su firma genética.
Lo que se debe hacer es unos cuantos genes en la pieza del tumor para definir mejor qué posibilidades tiene una paciente de curarse y, sobretodo, quién va a necesitar recibir quimioterapia y quién no.
Existen diferentes plataformas genómicas para determinar estos aspectos y todas ellas son de reciente incorporación al tratamiento del cáncer.
Obviamente, un organismo adaptado al , tendrá una mayor capacidad de recuperación frente al mismo.
De este modo, sabemos por ejemplo que los patrones de distribución de los distintos tipos de fibras musculares en personas que hacen deporte, que se alimentan sanamente, son diferentes a los de la población general.
Del mismo modo, sus sistemas metabólicos, su corazón, etc. están “optimizados” para mejorar su organismo mientras que los otros no.
Un grupo de investigadores holandeses ha descubierto en tumores de mama una firma genética que parece ser un factor predictivo de si el cáncer se va a extender o ser mortal, o si se podrá curar fácilmente, sin causar nuevos daños. La investigación abarcó relativamente pocas pacientes, todas relativamente jóvenes, y sus conclusiones todavía deben ser confirmadas por otros estudios. Pero los científicos han afirmado que la firma genética (la actividad de un conjunto de 70 genes) parece predecir la mortalidad por cáncer mejor que las mediciones tradicionales, como el tamaño del tumor, la fase evolutiva, o si se ha extendido a los nódulos linfáticos de la mujer.
“Lo que esperamos es poder determinar qué subgrupos de pacientes requieren una terapia menos agresiva, o quizá ninguna terapia, o la combinación de tratamientos alternativos para disminución de terapias químicas agresivas” afirma
“La respuesta está muy clara. Es tan bueno, que resulta mejor que cualquiera de los criterios conocidos y utilizados hoy en día para decidir si las enfermas necesitan terapia añadida”. Los investigadores creen que los próximos años serán cruciales. Hay más estudios en marcha que buscan las firmas genéticas de células tumorales. “Una marea de datos” aparecerá pronto en las revistas médicas, afirma Marc Lippman, experto en cáncer de mama de la Facultad de Medicina de Michigan.