La detección y control a tiempo de la diabetes es fundamental para los pacientes y no presenten complicaciones crónicas que afecten la calidad de vida, ya que un inadecuado o nulo control marca la diferencia.
“Es cierto que las complicaciones crónicas de la diabetes pueden dejar secuelas severas, pero hay que comprender que éstas ocurren principalmente en personas mal controladas y con un padecimiento de más de 15 años de evolución”. Con base en esta lógica, el paciente debe de darse a la tarea de obtener la orientación médica necesaria para llevar un adecuado control y monitoreo”.
Discapacidad: ¿Se puede evitar?
Hay complicaciones crónicas que son muy temidas y son las que tienen la posibilidad de dejar secuelas que impliquen alguna discapacidad: “Se dividen en angiopatías, que afectan los vasos sanguíneos, y neuropatías, que afectan los nervios. Entre ellas se encuentran la retinopatía diabética, el pie diabético y la insuficiencia renal”.
1. Retinopatía diabética: Es un problema ocular causado por la diabetes, que puede producir ceguera, como consecuencia del deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina, lo que puede ocasionar que éstos sufran fugas de fluido o sangre, lesionando o formando tejidos fibrosos en la zona y dando como resultado que las imágenes enviadas al cerebro se hagan cada vez más borrosas. Debido a esto, ante cualquier alteración se recomienda que la persona acuda con el oftalmólogo para que le realice una valoración y le indique los pasos a seguir para evitar una lesión.
2. Pie diabético: Las angiopatías y neuropatías pueden combinarse y causar necrosis (gangrena) en las extremidades inferiores, debido a que no hay buena circulación y no hay dolor que indique que algo anda mal, lo que lleva a la gente que no han llevado un estricto control, a ser amputadas desde un dedo hasta toda la pierna para evitar una infección generalizada (sepsis). Se aconseja tener gran precaución con golpes en los dedos y acudir con un podólogo certificado para el corte de uñas.
3. Insuficiencia renal: En el desarrollo de la enfermedad, los riñones pierden la capacidad de retirar de la sangre los productos de desecho, como la creatinina y la urea, por lo que el paciente debe someterse a diálisis periódicas para limpiar su sangre de manera artificial.
Cambiar de hábitos
Cuando una persona es diagnosticada, debe iniciar inmediatamente un tratamiento integral, que puede incluir dieta, ejercicio y medicamentos o tratamiento, que deben ser prescritos específicamente para cada paciente por el médico tratante.
Para el médico es importante que los pacientes aprendan a auto-monitorearse los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, así como presión arterial. En el mercado hay aparatos muy accesibles que pueden ser de gran ayuda para este propósito. Además, afirma que lo ayudará a nivelar la glucosa de la sangre y en cuanto a la dieta, es preciso seguir al pie de la letra las recomendaciones de un nutriólogo especializado”.
Diabetes y la nutrición
Cuando se padece diabetes, es importante cambiar de hábitos alimenticios, llevar un esctricto control médico y nutricional. Ser diabéticos y esctricto no significa no comer nada, al contrario, todos debiéramos comer como un diabético, sin grasas saturadas y sin azucares simples, no se trata de sufrir, sino llegar a tener una educación alimentaria correcta por las personas especializadas en eso y al tener un nutrición optima, se asegura que no sufrirán alguna complicación crónica que afecte la calidad de vida de las personas.